Hace una semana, corriendo por la playa de flamengo, mirando el dibujo que las olas dejaban en la arena, presté atención a la cantidad de tapitas, entre otras miles de cosas, que había tiradas.
Empecé a agarrarlas, no sé por qué. Cuando fueron demasiadas para sostener en la mano, encontré una bolsa, mientras tanto iba pensando... qué carajo voy a hacer con las tapitas... no importa, por lo pronto, sacarlas de la arena... ese día junté 148 tapitas en perfecto estado,12 rotas y una vaquita de plástico.
La segunda vez que fui a correr, un miércoles, después de un feriado, junté 540 tapitas. No exagero, no miento, las conté después de dejarlas en remojo y lavarlas. Son muchas tapitas para estar tiradas en una playa.
Cuando era chica, la playa estaba llena de caracoles, no de tapitas, los juntaba también, horas y horas eligiendo los caracoles más lindos para después llevarlos a casa y no saber qué hacer con ellos.
Naranjas, amarillas, azules, verdes y las violetas, que son las que más me gustan y las más difíciles de encontrar. Decidí hacer murales de tapitas, pegarlas una al lado de la otra, con cemento, en alguna pared.
Flores de tapitas.
Basura transformada en flores, lixo por luxo.
Todo el mundo puede aportar ideas, juntar tapitas, pegarlas, inventar usos, formas...
Empecé a hacer un mural, solamente para comprobar la eficacia de la técnica, del cemento como material de contacto. Hasta ahora siguen todas pegadas.
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ResponderEliminarAna querida, que delícia o teu "blogg"!!!! Também fui uma catadora compulsiva de tampinhas e canudos na praia quando vivi em Copa. Só que joguei tudo no lixo. Que vacilo, não? Amei tua idéia!!! Plástico em flor com raízes de cimento. Ficou lindo mesmo!
ResponderEliminarMuitos "g" para teu blogg! Beijos!
Nossa!!! Cris, só agora que vejo esse comentario!! que felicidade ler la! Você deve neste momento estar desfrutando da sua maravilhosa cidade, posso ver o seu rosto feliz, radiante. Obrigada Cris. Um beijão.
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